Desahogo

Abró mi correo de hotmail. Estoy buscando una conversación de hace poco con un amigo que me parecio interesante y que me envié al correo. No tener un sistema operativo instalado es un problema, sí, pero de facil solución. Por lo menos por ahora. Igual yo soy un holgazán. Unicamente necesito el computador para visitar blogs, leer libros, ver imágenes y hablar con mis amigos. La bandeja de entrada se halla repleta de los mismos mensajes. Son diferentes, pero siempre iguales. Los mismos remitentes, los mismos temas. Mucho porno, algunas tonterias que me sacan alguna pequeña sonrisa, mensajes sobre virus, y otra infinidad de sandeces. Todo totalmente inproductivo, pero siempre necesario. Algunas veces quisiera ver nuevos amigos que me escriben, algunas veces quiero que los que lo hacen asiduamente dejen de hacerlo por un tiempo. Al lado de la larga columna de mensajes enfilados, uno bajo otro, se halla un pequeño cuadro con una publicidad. Gana boletas para asistir a concierto de Kings of Leon. Sin dudarlo dirijó la flecha al recuadro y ejerzo presion sobre el botón izquierdo del mouse. El concurso es simple. Se trata simplemente de enviar mis datos personales y de contestar cuatro preguntas. Las preguntas saldrán el 21 de abril en esta página y quien envíe más rapidamente el mail con todo en regla será premiado con un viaje para verlos en vivo. Demasiado sencillo. No conozco mucho de Kings, pero no me parece que sea demasiado dificil hacerme con ese premio. Alcanzo a imaginarme en Estados Unidos. Absolutamente ebrio y con el espiritu desbordado me muevo al ritmo de las guitarras estridentes. Nada más que una ilusión, un espejismo. Demasiado fácil. Eso siempre me hace dudar igual que aquello que es demasiado complejo. Yo soy un cobarde, me muevo en el rango de la homogeneidad a pesar que la deploro. Terminos y condiciones. Las abro en una pestaña nueva. En el primer párrafo se derrumba todo. Demasiado frágil. Pareciera que mi personalidad se proyectase en esa pantalla brillante. Debo tener visa vigente. Que tonto al no haber pensado en eso. Es demasiado lógico. Una vez más el mundo se encarga de traerme de vuelta. Aquella pelicula en la que yo abrazaba la felicidad, quemada por el fuego de la citrica realidad. Que yo no pueda pisar una Nación que odio más de lo que amo me parece una aberración. Pero yo no mando. Soy uno más y nada más que eso. Soy un negro de Alabama, un animal de principios del siglo pasado

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